GIRASOLES
En
su camita de tierra
descansaba
la semilla dorada,
algunas
gotitas de lluvia
entraron
a despertarla.
El
sol se acercó un poquito
y le
regaló su calor,
la semilla
rompió su traje,
hizo
fuerza…y se estiró.
Se
asomó muy curiosa
y el
mundo descubrió.
Así
la semilla dorada
en planta
se convirtió.