Jugar, bailar, llenarnos las
manos de pintura y de tierra, que nos cuenten un cuento…y todo eso arropad@s
por el cariño y la ternura de nuestras seños, madres y padres… ¿podéis imaginar
mejor plan para celebrar el Día de la Infancia?
Hizo un poco de frío (brrr…
brrr…) y al final llovió pero las madres de la Ampa nos tenían preparado un
desayuno para entrar en calor: pan con aceite y chocolate, ¡mmm qué rico! El
pan estaba buenísimo, ¡claro si lo había hecho el padre de nuestra compañera
Lucía de 3 años!
¡Ojalá tod@s l@s niñ@s del mundo
pudieran vivir como nosotr@s!